Vitrinas expositoras para charcutería y pastelería
El mercado ofrece a los profesionales una amplia oferta de tipos y modelos de vitrinas expositoras. Máquinas que ofrecen una especialización concreta según el producto que se va a conservar a la vista del público. Las dos más comunes son las dedicadas a la conservación y exposición de carnes y charcutería, por un lado, y, por otro, para productos de repostería, pero no son los únicos.
Estos muebles fundamentales en establecimientos de restauración se dividen en diferentes categorías según el tipo de frío utilizado; vitrinas expositoras refrigeradas, vitrinas de frío estático, vitrinas de frío ventilado, vitrinas de frío ventilado doble, vitrinas murales de calor seco, vitrinas de frío semi-estático.
Según la utilidad serán entre las siguientes vitrinas expositoras sobre las que se tendrá que elegir.
Las vitrinas para charcutería y carnicería
Los diseños de estas vitrinas expositoras se construyen sobre acero inoxidable y cristal, debiendo cumplir con todas las normativas de sanidad. Dispondrán de cristales abatibles por la parte del trabajador para facilitar la colocación de los productos, su limpieza y orden, pero serán estancos al cerrarse para que no pierdan frío. Los cristales pueden presentar formas rectas o redondeadas.
Como norma general, quedarán completamente integradas en el mostrador que utiliza el personal para atender al público y con las cámaras de reserva y almacenaje de las carnes y embutidos.
Para este tipo de alimentos, las vitrinas más aconsejadas son las que funcionan con frío ventilado o semiestáticas, según la cantidad de género que se venda diariamente.
Las vitrinas para pastelerías
Las vitrinas expositoras dirigidas a un público consumidor de estos tipos de productos deben contar con una variedad que sea especialmente atractiva, con características que aseguren el éxito. La principal de estas características es contar con un sistema de refrigeración de frío estático que garantice que ninguno de los dulces y pasteles expuestos se derrita o se descongele, perdiendo apariencia estética o imposibilitando su consumo. Así mismo, debe asegurar un control total de la temperatura para que no ocurra el proceso contrario y nos encontremos las delicias expuestas congeladas. Estos muebles pueden ser tanto tipo barra como tipo armario.
Las vitrinas bar y tapas
Varios son los diseños que se pueden encontrar para cubrir las necesidades de los hosteleros de los bares de tapas. Por un lado, aquellos que se implementan formando parte de la barra y aquellos otros que pueden colgarse en la pared y que disponen de espejos en su parte superior trasera para que el cliente pueda ver el producto.
En algunos modelos el cristal se abate por el lado del cliente para que el mismo pueda dispensarse su propio producto, pero no hay de que preocupares, estos modelos inhiben a los alimentos del ataque de microbios externos.
Las dimensiones se adaptan al gusto del propietario, según las cubetas y platos que quiera presentar y mantener.
Las vitrinas tipo mural
Este modelo mural ha sido diseñado para exponer sobre todo productos lácteos y otros ya cocinados, pero, también, para la refrigeración y conservación de distintos tipos de alimentos. Como norma general, son bastante más grandes que otras vitrinas, la idea es abaratar el precio de estos productos al tenerlos en grandes cantidades.
Las vitrinas para sushi
Un caso excepcional que tiene una gran demanda por su diseño innovador, con placas lisas para platos y cubetas e iluminación led. Los productos aquí expuestos requieren una especial atención y cuidados al estar crudos. Para una buena conservación se recurre a modelos de placa fría.
Las vitrinas para helados
Por último, las vitrinas expositoras para helados, las cuales requieren un aumento en el nivel de frío, no solo para mantener los helados en óptimas condiciones, sino también para su rápida recuperación. Y es que estos muebles, muchos de ellos con aspecto de armario, están al alcance de los propios clientes, quienes los abren y cierran constantemente, e incluso los mantienen demasiado tiempo abiertos con la consiguiente pérdida de frío.
Se requiere, por tanto, además de un cristal amplio para que pueda verse la variedad disponible, un motor potente que permita una recuperación rápida de los niveles necesarios de frío que impidan que los helados pierdan la consistencia y forma que los hacen tan apetecibles.
