Es obligado, si se quiere garantizar un óptimo funcionamiento y eficacia al tiempo que se prolonga la vida útil de los sistemas de ventilación industrial, llevar a cabo un adecuado y continuado mantenimiento.

Hay que ser plenamente consciente de las terribles y costosas consecuencias de no realizar esta labor, de forma periódica y preventiva. Y es que además de evitar problemas en la salud de todos aquellos que transiten por las zonas de influencia de estos aparatos, con toda seguridad el consumo energético se reducirá si el mantenimiento es el debido, disminuyendo notablemente la factura en el consumo eléctrico.

Trabajos fundamentales para el mantenimiento de las instalaciones de ventilación

De forma general, estos equipos suelen estar todo el día funcionando, solo variará, en algunos casos, la velocidad. Este valor va a depender del nivel de contaminación detectado por los sensores de humedad o CO2, o por el selector manual. Por este motivo, los filtros se van a ver saturados en su recogida diaria de polvo y contaminantes presentes en el aire. Como cabe suponer, estas máquinas, aunque sean las últimas y más potentes del mercado, no podrán soportar sine die esta carga en sus partes, sobre todo en las móviles.

La limpieza periódica y las labores de mantenimientos se hacen necesarias, ya que solo de este modo se podrá llevar a cabo una correcta renovación del aire, garantizando un entorno más limpio y una respiración, por tanto, libre de olores, contaminantes, elementos tóxicos…

Para habitar unos espacios más saludables y que los equipos mantengan un ciclo de vida más amplio, estas son las principales tareas de mantenimiento en los equipos de ventilación industrial.

La limpieza de filtros

Siendo una de los principales trabajos, la limpieza de filtros va a variar según diversos parámetros. Si se trata de equipos centralizados con recuperador de calor y, en concreto, en modelos empotrados en techo, en los que los filtros son más pequeños, lo ideal será limpiar cada tres meses, extendiéndose como máximo hasta los seis. En los equipos instalados en la pared (los filtros suelen ser de mayor tamaño), bastará con limpiarlos una vez al año. En los equipos de aire descentralizados por demanda, por su parte, se recomienda una vez o dos al año, puesto que funcionan muy pocas veces, solo en caso de necesidad.

Sin embargo, se limpiarán con más frecuencia aquellos equipos que usen filtros para partículas muy pequeñas o sometidos a niveles de contaminación más elevados.

La limpieza de los ventiladores

Aunque es importante, no suele repercutir sobre la salud ni sobre el funcionamiento de la maquinaria, por lo que puede llevarse a cabo cada 3 años. Para hacerlo correctamente habrá que actuar sobre cada aspa por igual, de este modo se evitarán posibles desequilibrios en el funcionamiento del motor.

Limpieza de conductos y aberturas

Es habitual que en los conductos y aberturas de los sistemas de ventilación se vayan acumulando condensaciones o suciedad de todo tipo en su interior, un problema que contribuye al riesgo de que se formen microorganismos. Se trata de un mantenimiento que puede distanciarse en el tiempo, cada cuatro años será suficiente, aunque los filtros deberán de repasarse cada 6 meses según su uso.

La limpieza de las bocas de aire

Las bocas de aire o rejillas de aire del sistema se deben limpiar al menos cada 2 años. En algunos casos, la regulación de caudal se realiza en un colector o distribuidor de aire, donde la boca de aire es fija y por tanto no existe posibilidad de regulación. Por el contrario, en las bocas de aire regulables se aconseja marcar cada boca con el nombre de la estancia en la que estaban colocadas para evitar intercambiarlas tras el proceso de limpieza.

Beneficios de un correcto mantenimiento en los sistemas de ventilación industriales

Se obtendrán, entre otros beneficios, una mayor salubridad e higiene en el ambiente, prolongaremos la vida útil de los equipos, minimizando los costes en posibles reparaciones con un sistema en buenas condiciones durante largos periodos de tiempo. Además, se consigue una disminución en los costes, una mayor eficiencia y rendimiento del sistema y, por tanto, un ahorro en el consumo energético.

La normativa sobre el mantenimiento

El Código Técnico de la Edificación, en su Documento Básico (DB HS 3) sobre Calidad del Aire Interior, incluye un apartado dedicado al mantenimiento y conservación de los equipos y sistemas de ventilación.

En este informe se establece la periodicidad con la que deben realizarse las tareas de revisión y limpieza en conductos, aberturas y filtros, también cuándo se deben hacer las comprobaciones de la estanqueidad aparente de los conductos, así como las revisiones de los sistemas de control y del correcto funcionamiento de aspiradores híbridos, mecánicos y extractores.

Además de las revisiones obligatorias establecidas por la normativa, es aconsejable seguir las indicaciones de los fabricantes en relación al uso, manejo y mantenimiento preventivo de estas estructuras y sistemas de ventilación.

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